jueves, 26 de abril de 2007

Tengo prisaaaaaaaaaaaaaa....

A veces te mataría y otras en cambio te quiero comer...o algo así dice la letra de Amaral. Se la dedico a Hannita, y que se revuelva en su tumba por dedicarle una canción tan mala. Dice que me odia la muy guarra, la que se cree doña perfecta.

Sí sí, habo de Hanna Arendt. Cuando tenga 10 minutos para mí, explícaré de forma extensa las tortuosas relaciones que hemos mantenido estas dos últimas semanas.

viernes, 20 de abril de 2007

El miércoles 3/04/07 me senté en el ordenador y durante 10 minutos escribí lo primero que se me vino a la cabeza.



El folio en blanco es lo que debería ser pero al revés cuando sólo escribes porque te da la gana de escribir y no haces nada más porque todo lo demás es una mierda y T. y Á. son unos absurdos que me salpican con sus piques sin que tenga yo la culpa de nada y a veces es divertido y he aprendido a escribir en el ordenador sin mirar al teclado y me encanta el ruido que hace y la sensación de escribir embalada sin sentido porque como no tengo el carnet de conducir es lo más parecido que puedo hacer a ir por la atuvía en dirección contraria. Las luces de la ciudad que veo de reojo son naranjas y no hay nada más que decir sobre ellas porque no tengo ojo poético que vea algo más que una luz naranja por eso escribo sin pensar y de vez en cuando pongo un punto.
Y me bajo al párrafo de abajo y mientras escribo el párrafo pienso en qué más escribir y se me viene a la cabeza el ladrón de orquideas y entonces pienso que quiero ver muchas películas pero no tengo internet para bajármelas ni responsabilidad para devolverlas a los videoclubs por lo que no puedo alquilar ya de ninguno porque soy una jodida perra a la que le gusta leer a Hannah Arandt o imaginar que la conoce de joven y se la folla. Y piensa que la ha seducido y entonces se da cuenta de que hannah arandt le ha tomado el pelo y piensa que es tonta, pq es imposible que yo seduzca a Hannah Arendt. O a lo mejor no es simposible. Me apetece un yogurt o arrancarme todo lo que sobra del cuerpo y dejármelo liso. Osea, ser un huevo. Los huevos son bonitos. Los huevos nunca te defraudan. Los huevos no son feos o guapos, porque ninguno abusa de nada. A Blanca le dan asco los huevos, eso es porque no entiende nada de nada. Me duele la cabeza de oir el tac tac de las teclas asi que voy a parar de escribir ya.

lunes, 9 de abril de 2007

Cosas sueltas

EL SEGUNDO DÍA QUE ME SENTÍ ORGULLOSA POR APAGAR LA LUZ A LA PRIMERA.
Sólo hacía falta prestarle un poco de atención. Pensar lo que se hace o hacerlo con intención. Aprender que al llegar al final del pasillo, el interruptor que apaga la luz es el de arriba y no el de abajo sólo era cuestión de fijarse en lo que se está haciendo y no de darle a uno u a otro hasta que se apagara la luz.
La cosa es que he tardado 6 años en darme cuenta. Y ahora me visualizo a mí misma, día tras día enciendo y apagando a lo loco y calculo todos los minutos que habré perdido con movimientos erróneos dentro de mi propia casa. A veces me hace gracia lo cutre que soy, otras pienso que ojalá hubiera nacido persona de números con los pies en tierra.

DESPUÉS DE CENAR CON LAS AMIGAS DE LA PISTOLERA DEL MAR.
Me hace mucha gracia como mucha gente que se va de viaje a sitios como Punta Cana o Cuba en crucero o viaje organizado, cuando vuelven y les preguntas qué tal el viaje te contestan en realidad qué tal la organización. “Pues los restaurantes estaban súper bien, tenías de todo: italianos, dominicanos, espectáculos después de cenar y todo el día con la copa en la mano” (se refieren claro a los restaurantes del complejo hotelero en los que tenías después barra libre con la pulserita) o “El hotel precioso, los guías simpatiquísimos y en la discoteca nos dejaban poner la música que queríamos” (se refieren claro a la discoteca del hotel). Y lo más gracioso aún es la cara de desconcierto cuando les preguntas qué como era la vida en Punta Cana o Cuba, o cómo era su gente o cómo se sintieron allí. Lo único que saben es cómo es la vida de un turista españolito de clase media o alta en la otra punta del mundo, pero en un ambiente igualito al que se puede encontrar en Benidorm o en Torre Vieja.
La verdad, para eso me pongo en el cuarto de baño los 40 grados del calefactor y una foto del Caribe encima de la bañera.

miércoles, 28 de marzo de 2007

La estética de la mopa


No es justo que a una persona que está acostumbrada a no tener ventana, la pongan siempre en clases con vistas. Encima mi lado de pueblo de secarral hace que me embabie con sólo ver un poquitín de verde.

En la práctica de ontología de hoy mi interés se dividía entre el pino ese medio azul y lo raro que anda alguna gente en la facultad de filosofía, y el profesor al que las malas lenguas acusan de cocainómano y yo lo veo igualito igualito que Val Kilmer. Normalmente me gustan sus clases pero hoy creo que ha insistido demasiado en la idea de que Sócrates aunque enamorado de siempre de Alcibiades esperó mucho para ir y decirle unas cuantas cosillas, entrarle, que diría cualquiera.
Y no fué por sus riquezas, ni por su belleza ya de capa caída, por lo que estaba enamorado Sócrates de él. Sino por lo que Sócrates creía que Alcibiades era aunque éste no se diera cuenta y por todo lo que lo necesitaba, aunque el propio Alcibiades no lo supiera. Muy seguro de eso estaba Sócrates. No sé a qué me suenan esas cosas...ejem.
Después ha contado el profesor (mientras se emocionaba) el abrazo que Alcibiades muerto de celos le da en el Banquete a Sócrates (ese viejucho bajito tocapelotas). Y de este abrazo ni os imaginais las conclusiones que Onto Val Kilmer ha sacado. Después ha dicho que si creemos que ve cosas donde no las hay, que se lo digamos. Pero claro, cualquiera le chafa el culebrón que se ha m-ontado (ja-ja-ja...chiste malo que dudo pilleis). Y claro, todo esto del amor del joven por el viejo me ha recordado a las típicas parejas de hombres que se ven en "La vie en rouge" un desolador martes por la noche en Murcia. Y de ahí ya he seguido un proceso que ha acabado con Alcibiades y Sócrates en Fluid un domingo por la tarde bailando techno y bromeando sobre el cristo de monteagudo.
Después se ha acabado la clase y yo había tomado dos renglones de apuntes.
escuchando: Picolo - old school con Metro

lunes, 26 de marzo de 2007

Algo que deberiais saber.

Para algunas cosas he tardado bastante en madurar. Cuando era pequeña y en el recreo estábamos en el patio pisando esas bolitas que soltaba la palmera con la que me rascaba la espalda...y alguien decía "Dios...que peste ¿quién se ha tirado un pedo?...puaggg...qué asco" Yo nunca lo olía. Por supuesto decía lo mismo que ellos cual simio imitador, pero os juro que no olí un pedo por lo menos hasta los 14 años. No creo que fuera por falta de olfato, porque otras cosas más sutiles sí que las olía. Era sin duda, por falta de madurez. Cada uno tiene sus cosas.